El único refuerzo de Miguel Russo hasta ahora, sigue a full con la preparación. Eso sí, con extrema precaución: nada de pelota, sólo algunos trabajos compartidos con el plantel y no mucho más.
Rojo, a full con el profe Damián Lanatta. La idea del CT es llevarlo de a poco y por nada del mundo apurarlo.
Marcos Rojo ya es uno más del plantel de Boca Porque se metió rápidamente en el grupo y en el día a día, por su forma de ser, porque si bien no son amigos íntimos sí tiene buena relación con Carlos Tevez por el paso de ambos en la selección y porque,como conto en un diario deportivo, pese a que por estos días los ánimos están caldeados en el club, puertas adentro del vestuario el clima es de unión, de respeto y de mucho laburo. Sin embargo, hay en algo en lo que el defensor de 30 años no es igual al resto: en los trabajos y en las exigencias.
Esto no quiere decir que al ex Manchester United no se lo exige. Sí, se lo exige, pero no como a los demás. De hecho, si bien cumplió con el doble turno de la semana pasada, jamás lo hizo a la par del plantel. Más bien se dedicó a cumplir con el plan de laburo que los profes de Boca tenían listo para él.
Y esto no es una casualidad, mucho menos en Boca, donde desde que está este CT siempre se manejaron de la misma forma en los días posteriores a la llegada de un nuevo jugador. Pasó con Pol Fernández, con Carlos Zambrano y con Edwin Cardona, entre otros. Es decir, sea quien sea el jugador, difícilmente lo exijan al máximo de entrada, lo quieran igualar en condiciones físicas con el resto de manera urgente y mucho menos lo tiren a la cancha de una.
Y menos van a apurar a Rojo, que desde el 2019 a hoy disputó apenas 15 partidos y que el último que jugó de manera oficial el 17 de febrero del año pasado, el día que Estudiantes perdió con Defensa y él salió lesionado. Y menos que menos, siendo que en el primer día de entrenamiento en boca sintió una molestia, nada grave ni que le impidiera seguir adelante, pero molestia al fin.
Hoy Rojo está bien, completó su primera semana de laburo. «Y va a seguir así, a este ritmo, se lo ve bien, metido, se lo va a ir llevando de a poco, no hay ninguna necesidad de apurar nada», le contaron a un grupo de periodistas desde Casa Amarilla sobre el día a día del defensor que tiene 61 partidos en la Selección.
Al mismo tiempo, también contaron que por ahora la única charla que Marcos tuvo con Miguel Ángel Russo fue apenas llegó al club, como él mismo contó en conferencia, donde reconoció que el DT lo ve más como central que como lateral por izquierda, entre otras cosas; y que ni siquiera -de momento- está en los planes incluirlo en los planes futbolísticos de los entrenamientos, y mucho menos en los oficiales. Despacio, Rojo viene en camino, pero viene…