Tras el aumento de casos de COVID19, Japón decidió dar marcha atrás. Se dispuso que la cita deportiva se lleve a cabo sin público presente en los estadios, a días de su celebración.
Los responsables de la organización de la competencia, finalmente optaron por no permitir el ingreso de los aficionados a observar las distintas disciplinas que formarán parte del programa olímpico, a pesar que en un principio sí estaba previsto que así sea.
La realidad es que, el país que albergará los Juegos Olímpicos solamente ha logrado vacunar al 15% de la población y el estado de alerta epidemiológica se mantendrá vigente hasta el 22 de agosto. Es por eso que tras la decisión gubernamental, la ministra de la competencia, Tamayo Marukawa, aseguró que «no habrá espectadores» en las instalaciones.
A todo esto Thomas Bach, el presidente del Comité Olímpico Internacional, se encuentra en Japón trabajando para que la cita deportiva pueda llevarse a cabo con la mayor normalidad posible. Sin embargo cabe destacar que hace un tiempo él mismo manifestó que la competición va a realizarse si o si, y que nada puede impedirlo, ni siquiera el estado físico de los deportistas. La realidad es que restan quince días para el inicio, y cada vez hay más palos en la rueda, pero el show debe continuar.
