El conjunto asiático perdió en su segunda presentación frente a Senegal y quedó matemáticamente sin chances de poder avanzar a los octavos de final.
Si bien al inicio de la competición había mucha ilusión en todo el país catarí para poder avanzar en la fase de grupos ya que eran los organizadores del torneo, el destino tenía preparado otros planes para su seleccionado.
Y es que tras perder en el debut frente a Ecuador por 2-0, el combinado asiático tenía la obligación de sumar en su segundo partido frente a Senegal para poder soñar con una posible clasificación a octavos de final.
Sin embargo, nunca supieron como vencer a un equipo africano que se lo vio muy compacto y que a fin de cuentas se terminó llevando el partido por 3-1, eliminando de manera instantánea las esperanzas de un pueblo catarí que sin dudas quedó desbastado.