Independiente no encuentra la brújula, lo ganaba 2 a 0 y casi lo pierde.
Sebastian Becaccece no le encuentra el rendimiento a un Independiente cada vez más confundido y sin idea de juego.
Los silbidos del final de los hinchas de Independiente explican lo que fue el partido. Fueron la muestra del descontento por el flojo nivel que mostró el equipo, que ganaba 2-0 con un doblete de Silvio Romero pero que no supo mantener el resultado y que hasta mereció haber perdido. Lanús, que había sido superior mientras se mantuvo el empate en cero, no se dio por vencido, lo fue a buscar y tuvo su premio al lograr la igualdad. Y de no haber sido por Martín Campaña, que le tapó un mano a mano a Marcelino Moreno y otro a Sand, el equipo de Zubeldía se habría llevado los tres puntos. Ah, y el árbitro Vigliano omitió un penal por una mano de Bustos dentro del área tras un centro de Acosta.
Hasta esa pelota que Silvio Romero cacheteó de primera al gol, el Rojo no la pasaba bien. Le costaba generar juego y no tenía profundidad por afuera. Zubeldía le planteó a Beccacece un esquema espejo: los dos se pararon 4-3-3 y hubo varios duelos individuales. En ese contexto, el local no podía asumir el rol protagónico del partido y la pelota rondaba más cerca del arco de Campaña que de Rossi.
Ese 1-0 le sirvió a Independiente porque Lanús sintió el golpe y se quedó. El Rojo ahí se adueñó de la pelota y no pasó sobresaltos. Cuando otra vez Romero, al minuto del segundo tiempo, puso el 2-0, parecía que Independiente podía encaminarse a una victoria sencilla. A esa altura, Becca había hecho un cambio: sacó a Gastón Silva y puso a Domingo, pasando Sánchez Miño al lateral izquierdo y Lucas Romero como interior por la izquierda. La modificación no supuso una mayor solidez como podía imaginarse. Porque siete minutos después, Lanús llegó al empate. Primero, por intermedio de Valenti a la salida de un tiro libre y luego gracias al interminable Pep Sand.
Ya con el 2-2, el partido fue de Lanús. El conjunto del Sur tuvo tres situaciones claras: un jugadón del Laucha Acosta que salvaron sobre la línea y las dos de Campaña sobre Moreno y Sand, además del penal no cobrado por la mano de Bustos.
El Rojo, sin juego, fue con más empuje que otra cosa pero no contó con chances claras como para quedarse con el triunfo. Un triunfo que tenía en el bolsillo y que no supo cuidar.
Fuente: Ole