El ex futbolista brasileño abandonó la prisión de Paraguay luego de 32 días y cumpliría prisión domiciliaria en un hotel junto a su hermano.
El astro brasileño ofreció pagar la suma de 1.6 millones de dólares para saldar su libertad, la cual no fue concedida, pero si logro la prisión domiciliaria, comprometiéndose a no abandonar el país.
Ronaldinho había llegado el 4 de marzo pasado a Asunción para cumplir con una fundación de Fraternidad Angelical en beneficios para los niños. Pero al arribar suelo paraguayo, el astro brasileño y su hermano, presentaron pasaportes paraguayos, que claramente eran falsos.
Ambos declararon que dichos documentos les fueron entregados como un presente por la empresaria que los invitó a venir a Paraguay. Todo indicaba que se trataba de la titular de la fundación humanitaria, que hasta el día de hoy sigue prófuga.
El ex jugador y su hermano disponen de una habitación cada uno en ese hotel, donde estarán sometidos a una custodia policial y con la prohibición de salir de Paraguay. El tiempo máximo de la prevención preventiva en Paraguay es de seis meses, si bien no se descarta que el caso de algún otro giro favorable para los dos hermanos.
Durante su estadía en la cárcel, Ronaldinho jugo al fútbol con otros internos, compartió un asado, tuvo su seguramente un atípico cumpleaños número 40 y recibió visitas de deportistas y de personas relacionadas con el fútbol.