La gran final entre Paris Saint- Germain y el equipo alemán, disputado en el Estadio Da Luz de Lisboa, Portugal, tuvo un partido parejo pero emocionante. Con llegadas de ambos conjuntos al arco rival, tiros en los palos y jugadas colectivas. El gol del encuentro lo marcó Kingsley Coman de cabeza a los 58 minutos. El francés conectó un muy buen centro desde la derecha por parte de Joshua Kimmich.
El equipo bávaro escribe su nombre en la competición más importante del ‘Viejo Continente’. El título de 2020 acompañará para la eternidad a sus otras conquistas: las del tricampeonato de 1974, 1975 y 1976, la de 2001 y la de 2013, llegando a 6 campeonatos.Además, se acomoda en la galería de los más ganadores junto a Real Madrid, Milan y Liverpool.
Contundente, determinante y efectivo. Ganando los 11 partidos que disputó(Primer equipo campeón con récord perfecto en Champions), convirtiendo 43 goles, dejando en ridículo a Barcelona con una goleada histórica y sin dejar dudas en cuanto al juego. Este domingo demostró, una vez más en la burbuja de Lisboa, que no se lo puede perdonar. Los goles que erró el equipo parisino -el de Neymar y Mbappé-, fueron la motivación para que abrir el marcador en la primera situación que tuvo en los primeros minutos del segundo tiempo.
En el equipo francés comenzarón como titulares los argentinos Ángel Di María y Leandro Paredes, luego sustituidos en la segunda mitad, mientras que Mauro Icardi quedó sentado en el banco de los suplentes.
Entre la confianza del Bayern y la baja de autoestima del PSG, que además perdió rendimiento con las variantes, el partido se fue decantando para los alemanes, que controlaron el desarrollo sin mayores sobresaltos. Igualmente, faltaba una oportunidad de oro para el equipo de Tuchel, que en tiempo de descuento encontró una combinación entre Mbappé y Neymar, que el brasileño no pudo definir con acierto. Así se cerraron las ilusiones del PSG, que no pudo ante el poderoso Bayern.
Si bien esta vez no pudo golear, el equipo alemán consiguió el triunfo que necesitaba para consagrarse campeón ganando todos los partidos que disputó y marcando una clara superioridad sobre todos sus rivales. Y volvió a lograr el triplete de Bundesliga, Copa Alemana y Champions, como lo había hecho en 2013.