Se terminó la temporada perfecta de Xabi Alonso. Primera vez en toda la temporada que el Leverkusen recibe 3 goles en un partido. Desde 1975 es el primer triplete de goles en una final (Lookman). El primer título europeo para Musso y Atalanta es el primer equipo italiano en quedarse con el título desde Parma 1998-99. Para el Bayer Leverkusen hoy no hubo remontada.
Todos datos estadísticos que rompieron la racha, pero la pérdida de esta final no empañará la campaña histórica del Bayer de Xabi. Jugaron una temporada de PlayStation. Todavía les queda la chance de quedarse con la copa de Alemania.
Atalanta borró literalmente al rival alemán desde el minuto 0. Se jugaron con «la suya» para jugar todo el partido 1 vs 1, con coberturas todo el tiempo a punto tal de anular a Exequiel Palacios, el campeón del mundo que reconoció su mal partido y justificando su cambio. En ningún momento peligro la victoria del equipo italiano. Corrió los 90 y bien; presionando en los laterales, siempre con presencia de 3 vs 1 ó 3 vs 2 en todos los sectores. Porque alcanzó su primera final europea y la conquistó. Lo hizo con determinación absoluta y un héroe indiscutible, Lookman, quien quedará en la historia con una final de ensueño que coronó una temporada dorada, obsequiando a la ciudad de Bérgamo un título memorable. La goleada en Anfield, el dominio sobre el ‘invicto’ Leverkusen, y el reconocimiento a la ‘Era Gasperini’, que impuso su estrategia sobre la del técnico tolosarra. Este Atalanta ha entrado en la historia.
Fue un vendaval en la primera parte. El equipo de Gasperini logró lo que pocos habían conseguido esta temporada: neutralizar a un Leverkusen que, desorientado, superado por los flancos e incapaz de contrarrestar la intensa presión de Bérgamo, cayó sin atenuantes en la primera mitad.
En particular, sufrió el desequilibrio y la precisión de Lookman, quien tuvo en este encuentro su partido de consagración. Ya conocido por las defensas en la Serie A, no pudo encontrar mejor momento para darse a conocer en Europa, con un doblete que desmanteló al temido e invicto equipo de Xabi Alonso.
Esta noche simplemente no era para el equipo alemán. Ni siquiera los característicos minutos finales del Leverkusen, que habían marcado los últimos partidos, pudieron hacer frente al terremoto italiano, que se intensificó en la escala de Richter con otra obra maestra, la tercera de Lookman. Guardó lo mejor para el final, debió pensar. Un regate impecable, superando adversarios con sorprendente facilidad para ser el minuto 75, y un tiro con la zurda que se incrustó en el ángulo.
El gol marcó el fin del encuentro. La diosa griega Atalanta, reencarnada en un modesto equipo de Bérgamo, se coronó campeona, engrandeciendo su leyenda al obtener el segundo título de su historia después de la Copa Italia de 1963, justo una semana después de haber perdido su tercera final de Copa en cinco años. Y dejando un sabor amargo en un Leverkusen que, no obstante, y con el permiso de la ‘Dea’, también entrará en la historia.