Aguanten corazones: La Selección de voley ganó un partido que parecía perdido

Lucía Belén Alexander

Por la cuarta fecha del Grupo B de los Juegos Olímpicos, la delegación albiceleste de voley obtuvo una victoria importantísima ante un rival inferior. 

La Selección Argentina de voley masculino derrotó a Túnez por 3-2 con parciales 23-25, 23-25, 25-19- 25-18 y 15-8, en un partido que costó más de la cuenta, y se sufrió hasta el último punto del tie break.

Los dirigidos por Marcelo Mendez iniciaron el partido con el pie izquierdo, ante un rival que en la previa parecía ser bastante accesible. Éste solamente había ganado un set en toda la competencia, y su juego no había sido muy bueno hasta el momento.

Todo eso quedó en el olvido, porque el rival comenzó dominando el partido. Ganó los dos primeros sets, y aunque fue por poca diferencia, fue un baldazo de agua fría para el conjunto albiceleste que tuvo como máximo anotador al opuesto Bruno Lima.

Después de los dos cachetazos consecutivos, Argentina se despertó y supo de qué manera anular los ataques de Ben Tara, el opuesto que fue clave para el conjunto rival. Los bloqueos de Agustín Loser y los exquisitos armados de Luciano De Cecco le dieron tranquilidad a todos los argentinos que se estaban comiendo las uñas en sus casas.

Los de Méndez hicieron el click a tiempo y pudieron igualar el encuentro gracias a la concentración que mantuvieron en el cuarto set. Eso generó mucha más determinación a la hora de atacar, más seguridad en la defensa y más solidez grupal para forzar el tie break.

El quinto set fue todo lo que tenía que ser; Argentina fue la perfecta combinación entre la tranquilidad y la paciencia. Siendo inteligentes supieron dar vuelta el partido, que al principio parecía perdido estando 2-0 abajo supieron cerrarlo 2-3.

¿Y ahora?

Argentina está cuarta en su grupo, y de cara a lo que se viene sin dudas hay que mejorar muchísimas cosas. Méndez deberá ajustar cuestiones técnicas pensando en el próximo partido que será ante Estados Unidos el día domingo.