En el día de ayer, Julius Ssekitoleko había estado en todos los portales de noticias porque se encontraba desaparecido en Japón a una semana del inicio de los Juegos Olímpicos.
El deportista de 20 años encendió las alarmas cuando ayer no se presentó para entregar el test diario de covid-19, que se les exige a los que ingresan a la Villa Olímpica.
En el momento que se lanzó la búsqueda, los funcionarios de Izumisano, en la prefectura de Osaka, se alarmaron por lo ocurrido. Fue unas cuantas horas después que uno de ellos halló una nota de puño y letra del propio Ssekitoleko. En la misma, él aseguró que no iba a volver Uganda ya que la vida que hay ahí es “particularmente difícil”.
Luego, por una agencia local de información, se supo que el ugandés tras dejar el hotel sin aviso, adquirió un boleto de tren con que se dirigía a Nagoya, aproximadamente a doscientos kilómetros.
Por otro lado, el deportista solicitó mediante el manuscrito, que la delegación de su país le entregue a su esposa todas las pertenencias que llevaba consigo. Además, su paradero sigue siendo un misterio, a pesar que se contactó vía teléfono con un miembro de su equipo.
Por supuesto que este caso encendió todas las alarmas, ya que a menos de una semana del inicio de los Juegos, no es el único incidente que se produjo; recordemos que Japón se encuentra en medio de un rebrote de casos de coronavirus, en estado de alarma y además ya se confirmó el primer caso en la Villa Olímpica, donde ya conviven muchos de los atletas.