El equipo francés dió el batacazo en esta llave al vencer por 3 a 1 al conjunto inglés. Los galos jugaron cun un tradicional 5-3-2 con Memphis Depay y Toko Ekambi en la delantera. En contrapartida, Pep Guardiola eligió jugar con tres defensores, con un mediocampo ofensivo y delanteros movedizos. Aunque el City controló el balón en los primero minutos, la apertura del marcador vino del lado de Lyon, a través de un envío largo para Ekambi que finalmente cayó en los pies de Maxwel Cornet, quien definió con precisión ante la mala salida del arquero Ederson, para meter el 1 a 0 a los 23 minutos.
Desde ese momento, los dirigidos por Guardiola tuvieron la posesión del balón para empezar a hacer trabajar al arquero Anthony Lopes, con algunos tiros de De Bruyne y Sterling. Por su parte, los franceses estuvieron bien organizados en defensa para alejar el peligro e irse al descanso con la ventaja en el marcador. El técnico español detectó que le sobraba un zaguero y a los 10 minutos del segundo tiempo decidió sacar a Fernandinho para que ingrese Riyad Mahrez, un extremo que podía aportarle un poco más de desequilibrio en la banda derecha. Fueron minutos de mucho dominio y de avances frustrados por la resistencia defensiva del equipo francés y las grandes atajadas de Lopes, hasta que en el minuto 70 llegó el gol de Kevin De Bruyne, que definió con clase tras un desborde y centro atrás de Sterling.
Inmediatamente, Rudy García movió piezas y mandó a la cancha a Thiago Mendes, Kenny Tete y Moussa Dembelé. Y justamente fue este último, el goleador francés, quien liquidó el partido con dos anotaciones. Primero en el minuto 78 tras una jugada en la que quedó mano a mano con el arquero rival y después en el minuto 86 tras aprovechar el rebote largo de Ederson después de un remate de Houssem Aouar. Con este ‘doblete’, Dembelé llegó a 24 goles en 45 partidos en todas las competiciones. Y, claro, Pep Guardiola le dice adiós al torneo.