En el regreso de la primera división en Rusia, el Rostov no pudo utilizar a su plantel profesional por los seis casos positivos de coronavirus de sus jugadores. A pesar del intento de postergación, su rival Sochi quiso jugar y le ganó por paliza
Un escándalo sacude al fútbol de Rusia. Este viernes, en lo que fue la reanudación de la máxima competición del deporte en el país europeo, el Rostov FC visitó al Sochi FC por la jornada número 23 de la liga rusa, en un encuentro que se disputó en medio del conflicto que afectó al equipo visitante dirigido por Valeri Karpin y los seis casos positivos de jugadores del plantel visitante.
Durante la semana y tras la confirmación de que varios de los futbolistas del plantel profesional contrajeron el virus COVID-19, el resto del grupo tuvo que aislarse por los próximos 15 días. Lo mismo sucedió con todo el staff técnico. Ante este panorama, el Rostov intentó postergar su viaje a Sochi para jugar frente al equipo de la ciudad cercana al Mar Negro, pero ante la negativa del conjunto rival y para evitar una sanción de parte de la Federación Rusa de Fútbol, la institución fundada en 1930 decidió presentarse y jugar el encuentro con un equipo juvenil.
Una vez que inició el juego, pareció que la historia iba a ser favorable a la visita, que comenzó ganando desde el primer minuto de juego gracias al tanto de Romanov. Pero la ventaja duró sólo unos minutos para el equipo afectado por los casos de coronavirus, que luego sufrió una catarata de goles en contra del Sochi, que tuvo como principal protagonista a Kohorin, autor de tres conquistas. Además, Zabolotnyi y Poloz anotaron dos goles cada uno, que se sumaron a los tantos de Novoseltsev, Koldunov y Mostovoy para completar el durísimo 10-1 en favor de los locales en el estadio Olímpico.
Una vez concluído el partido, que abrió la jornada de fútbol del viernes en Rusia, el arquero del Rostov de apenas 17 años, Denis Popov, fue elegido por la organización como el mejor futbolista del encuentro a pesar de que le convirtieron una decena de goles. La joven figura contuvo un penal y fue clave para que el equipo de Karpin, que estuvo ausente en el banco de los suplentes por también estar en cuarentena, no sufriera más tantos en contra.
Con esta derrota, el equipo visitante quedó en la cuarta colocación de la tabla que lidera el Zenit con 50 puntos. Rostov se mantiene con 38 unidades, a 12 del líder. Por su parte, Sochi sumó tres puntos y alcanzó los 27 para alejarse de la zona comprometida del descenso a segunda división. Marcha en la novena posición del campeonato.
Además del polémico partido, hubo otro encuentro por el campeonato de primera división ruso: Akhmat Grozny venció, como visitante, 4-2 al Kyrlya Sovetov, que contó con el apoyo de una parcialidad menor de sus fanáticos porque la federación avaló que un 10 por ciento de público local pueda jugar con gente. De esta manera, aproximadamente unas 4.000 personas asistieron al Samara Arena para ver la caída de su equipo.