Lucas Alario se hizo el mejor regalo de cumpleaños. Y justo en su nueva tierra, en Alemania, donde vive desde que dejó repentinamente River para irse al Bayer Leverkusen, se metió de lleno en la pelea por un lugar en la Selección. Para pelearle en serio. El martes por la noche sopló la velita en la concentración con los colores de Argentina y ahora en menos de un tiempo hizo mucho para mostrarse, para demostrarle a Scaloni que está intacto.
Perdía 2-0 la Selección después de un pobre primer tiempo. Le tocó el turno a Lucas a los 62’ entrando por Paulo Dybala y tuvo incidencia directa en el resultado. Y en el juego, porque el equipo se hizo más ofensivo, más punzante. Clavó el descuento con un gran cabezazo a Ter Stegen, el compañero de Messi en el Barcelona. Y estuvo muy encendido, concentrado, intenso, metiéndose en el área y en contacto con la pelota. Tanto que de una jugada suya de derecha a izquierda en diagonal llegó el 2-2 de Ocampos, a quien le quedó la pelota en el área. Es un gran paso delante de Alario, que había estado afuera del radar jugando en Alemania, donde no siempre es titular. Es 9 de área, un lugar que ocupa generalmente Lautaro Martínez, y otro centrodelantero puede ser el Kun Agüero, y Mauro Icardi por ahora está out.